Noche, hoy te volví a encontrar, diferente como siempre, fria pero agradable, brumosa pero en medio de todo nítida. Pero te encontré más allá, encontré lo que despertaste en mi, encontré que haces encender una llama más amplia para vislumbrar la oscuridad interna. Noche que desinhibe mi alma y mi cuerpo, noche que logra hacerme reir con locura, llorar sin control, sentir desenfrenádamente, vivir más allá de mis miedos. Noche oscura que oculta bajo ese negro azuloso mi otro ser, mi otro yo, mi llama más encendida.

Noche, hoy te encontré cuando me lanzaba al reto, cuando decia lo que sentia sin prejuicios propios, cuando hice lo que siempre quise hacer, decir, ver, tocar. Luna de doble tono, blanco de visos negros, que representan la ambiguedad nocturna, ambiguedad entre el pensamiento y el corazón, siempre en disputa.

Noche, hoy te encontré cuando ya cumplí mis cometidos, cuando por fin hice caso a la razón del corazón, cuando ya se ha estimulado el deseo de hacer lo que sentia. ya se vislumbra el alba, ya viene el dia, pero mi corazón puede descansar tranquilo porque logró su cometido, hacer su voluntad y crear esa satisfacción intrínseca de nuestros verdaderos sentimientos.

Llega el dia, y nuestra mente abre sus ojos, viendo lo que para ella es un desastre, y no logra entender que despues de todo lo que está viendo, exista esa satisfacción ensimismada. El corazón solo sonrie y descansa, esperando que vuelva a aparecer esa nitida oscuridad que de rienda suelta a todo lo que guarda en su recoveco. Repitiendo una y otra vez "noche, te quiero volver a encontrar...."