Tratado en el agujero

-¿Otra vez metido en ese agujero?

-¡si! volvi a caer aqui.

-¡Yo ya le habia dicho que para llegar allá arriba tiene que estar acompañado!

-¡Yo se!

-Y entonces ¿por qué se cayó de nuevo?

- Porque quien me acompañaba me dijo que me tranquilizara y confiara en él, que continuara y el me iba siguiendo lentamente.

-¿Y usted volvió a creerse esa retahíla? pero si se lo han dicho muchas veces.

-Pero yo pensé que esta vez era cierto...

-Eso siempre me dice cuando termina allá metido.

-¿Puede ayudarme a salir?

-Claro que si, pero ya se está haciendo repetitivo, y si esto continua así, va a terminar partido en dos.

-Aún me duelen muchas heridas, pero... es que quiero llegar allá, a esa luz.

-Allá arriba se llega acompañado, ¡ya se lo dije!

-¿Y por qué me dejan solo?

-¡Porque usted es demasiado confiado!

-Es dificil no creer, todos los que me acompañan hasta antes de iniciar la pendiente ¡ya no se que hacer!

-Esas palabras se me hacen conocidas, ¡por favor! suba despacio, para mi es duro verlo asi.

-Si, yo tambien trataré de sanar mis heridas y volverlo a intentar, pero la próxima no será solo... será tomado de la mano de la persona indicada.

-¡Ojalá! y recuerde... no vea la persona indicada en cualquier persona. Quien realmente lo va a acompañar es quien camina con usted sin decir nada, solo esta allí mirandolo y siguiendo su ritmo. Espero verlo pasar asi la próxima vez...

Al final, el corazón es sacado del agujero de la soledad por la mente y este regresa para buscar con quien emprender eñ ascenso hacia la felicidad...